Cuando se trata de semaglutida, muchas personas están familiarizadas con sus efectos hipoglucemiantes y reductores de peso, pero el valor médico de este agonista del receptor GLP-1 ya ha superado las limitaciones y ha obtenido un fuerte apoyo de ensayos clínicos autorizados en áreas como la protección cardiovascular, la intervención en enfermedades renales e incluso el tratamiento de enfermedades hepáticas.
Como fármaco estrella para el tratamiento de la diabetes tipo 2, la ventaja hipoglucemiante de la somaglutida quedó confirmada en el proyecto clínico SUSTAIN, que abarcó seis ensayos de fase III. Los datos de más de 8.000 pacientes mostraron que su efecto hipoglucemiante era significativamente mejor que el de fármacos comunes como la sitagliptina y la insulina glargina. En el campo de la pérdida de peso, un ensayo de fase II publicado en The Lancet demostró que el tratamiento con la dosis más alta de semaglutida durante 52 semanas resultó en una pérdida de peso promedio del 13,8% para los pacientes, superando con creces el 2,3% del placebo.
Más destacable es su efecto protector cardiorrenal. Los resultados de la prueba SOUL publicados por el New England Journal of Medicine en 2025 mostraron que tomar 14 mg de somalutida por vía oral podría reducir en un 14% el riesgo de eventos cardiovasculares importantes en pacientes con diabetes tipo 2 combinada con enfermedad cardiorrenal. La prueba FLOW confirmó que puede reducir el riesgo de criterio de valoración compuesto de los pacientes con diabetes tipo 2 y enfermedad renal crónica en un 24 %, proporcionando una nueva opción para el tratamiento de la enfermedad renal.
Recientemente, la semaglutida ha logrado otro gran avance en el campo de las enfermedades hepáticas. El ensayo clínico ESSENSE Fase 3 demostró que la inyección de 2,4 mg de semaglutida por semana redujo la inflamación hepática en el 62,9 % de los pacientes de MASH y mejoró la fibrosis hepática en el 36,8 % de los pacientes. Ahora ha sido aprobado por la FDA para el tratamiento de MASH no cirrótico, convirtiéndose en el primer agonista del receptor GLP-1 aprobado para esta indicación.
La pleiotropía de la semaglutida se ha confirmado continuamente, desde la reducción del azúcar en sangre hasta la protección cardiorrenal y, posteriormente, la intervención en enfermedades hepáticas. Estos ensayos clínicos en diabetes, obesidad, enfermedades cardiovasculares y otros campos hacen de este fármaco un arma importante para el tratamiento integral de las enfermedades crónicas.
Hora de publicación: 2025-12-04